El investigador de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Dr. Pablo Fraser, expuso en el conversatorio ‘Formación y Práctica de los docentes chilenos: Evidencia de TALIS 2013’.
TALIS es la Encuesta Internacional de Enseñanza y Aprendizaje, en la que Chile participó en su segunda versión del año 2013, junto a otros 37 países, ofreciendo una comparación internacional sobre las condiciones de formación y práctica de los docentes y directores de diversos sistemas educacionales.
Para analizar este estudio se realizó el Seminario ‘Formación y práctica de los docentes chilenos: TALIS 2013’ donde el investigador Pablo Fraser, analista de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, OCDE, expuso los resultados de las diferentes dimensiones evaluadas por este instrumento, tales como prácticas docentes y clima de aula, liderazgo escolar, autoeficacia y satisfacción laboral, desarrollo y apoyo a los docentes, entre otras.
Así, considerando esta evidencia, el Dr. Frazer informó que Chile se encuentra bajo la media en varios aspectos, en particular en actividades que involucran colaboración profesional. Por otro lado, el porcentaje de estudiantes desaventajados socio-económicamente en el aula tiene un impacto positivo en la satisfacción docente declarada, pero de menor magnitud que varios países desarrollados.
En cuanto a los directores chilenos- manifiesta el informe- estos declaran que una de las situaciones que mayormente dificulta la capacidad de la escuela para proveer educación de calidad es la falta de profesores calificados, en particular para estudiantes con necesidades educativas especiales y aquellos del área técnico profesional, lo que es un indicador ampliamente mayor para el caso chileno por sobre el promedio OCDE.
A su vez, el Dr. Fraser enfatizó que si bien hay dimensiones de la docencia que son generalmente abordadas con estrategias a nivel de política pública, otros pueden ser afrontados con lineamientos a nivel de experiencias o sugerencias tanto para profesores como directores, tales como estimular prácticas innovativas o promover la colaboración entre pares, entre otras medidas.
En ese sentido, el Centro de Investigación para la Educación Inclusiva pretende aportar con evidencia complementaria sobre estas prácticas a nivel de aula. Al respecto, el investigador manifestó que “Chile está pasando por un fenómeno educacional que es lidiar con una población estudiantil mucho más diversa, más heterogénea en términos de su origen no solo socio- económica, sino que también étnico y racial y por lo tanto creo que es oportuno que exista un centro especializado en examinar prácticas y políticas que sean atingentes a este tipo de población”, añadió.