CENTRO DE INVESTIGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN INCLUSIVA


Somos un centro de investigación que permite la convergencia de distintas disciplinas con el propósito de trabajar para que Chile tenga una educación inclusiva y de calidad. Hacemos investigación de avanzada, formamos capital humano especialista y aportamos al mejoramiento de políticas y prácticas educativas.

El Centro de Investigación para la Educación Inclusiva es un trabajo conjunto de la Escuela de Psicología y la Escuela de Pedagogía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, del Centro de Sistemas Públicos del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello, del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Tarapacá, y de la Vicerrectoría de Innovación y Postgrado de la Universidad Tecnológica de Chile, INACAP.

A nuestro Centro –que funciona con financiamiento obtenido a través del Segundo Concurso Nacional para Centros de Investigación Avanzada en Educación PIA CONICYT– se han sumado como instituciones colaboradoras la Agencia de Calidad de la Educación, JUNAEB (a través del Programa Habilidades para la Vida), la Organización de Estados Iberoamericanos y la Unidad de Transversalidad del Ministerio de Educación.

Chile se ha propuesto como meta avanzar hacia el derecho a una educación inclusiva y de calidad y ha adherido a la agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Sin embargo, a 10 años de cumplirse el plazo aún existen nudos críticos en la política educativa que dificultan alcanzar las metas comprometidas. Entendiendo la educación inclusiva como un valor público necesario para mejorar las condiciones de calidad de vida de las personas abordamos los principales problemas proponiendo caminos que promuevan oportunidades de aprendizaje permanente para todos y todas.


EDUCACIÓN INCLUSIVA

Entendemos la Educación Inclusiva como un proceso que no excluye ni segrega a ningún estudiante de las oportunidades de aprender, desarrollarse y participar en las actividades de la comunidad educativa.

Requiere de políticas y prácticas que permitan a los establecimientos educacionales preparar las condiciones de pertenencia y educación para todos los niños y jóvenes, independientemente de sus diferencias culturales, de género, lengua, etnia, idiosincrasia y nivel socioeconómico, entre otras. Pone énfasis en una perspectiva democrática que busca minimizar la inequidad mediante la preparación para la ciudadanía como forma de vida.