La Directora del Centro Eduinclusiva, Verónica López y el postdoctorante del Centro, Antonio García, participaron de panel de debate en el VI Congreso educativo de INACAP
Las realidades y desafíos de la inclusión educativa en la educación superior fueron analizados por la Directora del Centro de Investigación para la Educación Inclusiva, Verónica López, y el postodoctorante del mismo Centro, Antonio García.
Ambos investigadores participaron de un foro panel en el VI Congreso Educativo del Centro CIEDU de INACAP: ‘Formación para la innovación, aprender a enseñar’.
La Directora del Centro Eduinclusiva Verónica López afirmó que para lograr una educación inclusiva de calidad, el primer paso es garantizar el derecho a estar en el sistema educacional, pero que también hay otras variables importantes a considerar como la permanencia, el aprendizaje, la participación y la promoción.
“El ingreso a la educación superior no garantiza que los y las estudiantes completen con éxito un programa de estudios. La meta del acceso ya se está logrando, pero hay desafíos pendientes en las otras etapas de sus trayectorias estudiantiles”, explicó.
La Dra. López analizó políticas, prácticas y aspectos culturales que inciden o frenan este proceso de inclusión educativa en la educación superior, interpretando algunos resultados del informe 2017 ‘Evaluaciones de Políticas Nacionales de Educación: Educación en Chile’ de la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
En el informe, según analizó la Dra. López, se detectan fortalezas como un incremento favorable en la participación y que el sistema es relativamente inclusivo para las mujeres, a modo de ejemplo en el 2016 por primera vez se graduaron más mujeres que hombres en la educación superior. Las barreras se encuentran en la permanencia, es decir, en la retención y/o deserción, y la posterior titulación.
“La educación es ante todo una promesa de movilidad social, por tanto la inclusión educacional debería transitar hacia una inclusión laboral y social” afirmó la Directora del Centro Eduinclusiva.
En este mismo ámbito del acceso y la permanencia a la educación superior, el investigador postdoctoral del Centro Eduinclusiva, Antonio García expuso su tesis de estudio comparativo sobre transiciones educacionales en Chile y Nueva Zelanda.
El Dr. García propuso el concepto de ‘capital social imaginado’, donde los estudiantes recrean su base social y/o cultural, generando vínculos con el espacio universitario a través de procesos de identificación activa: “es un motor para participar del ambiente académico”, puntualizó.
“Más que preguntarnos por la deserción, habría que preocuparse por la permanencia, es decir, qué los hace seguir. Salir de la lógica del déficits, e ir identificando las barreras o los apoyos que encuentran a lo largo de su trayectoria. La institución debe escuchar a los estudiantes y reconocerlos como sujetos que viven los procedimientos académicos y que tienen la capacidad de reformularlos. Un rol de ‘no imposición’, porque el que decide quedarse es el estudiante y esto nace de cómo procesa su propia experiencia”, expresó el investigador del Centro Eduinclusiva.