La 6ª versión de Escuela de Verano, titulada "Sentidos de la educación y nuevas formas de vida: La tensión entre lo diferente y lo común", propone abrir una discusión actualizada sobre los fines de la educación, los desafíos de los currículos educativos y la formación que requieren las nuevas generaciones, considerando las características específicas de la sociedad chilena y su sistema escolar. En tiempos de profundas transformaciones económicas, sociales, culturales, tecnológicas y medioambientales, que acentúan una alta exigencia de respuesta pedagógica para educadores y educadoras, discutir sobre los sentidos de la educación en el contexto de nuevas formas de vida y nuevos anhelos sobre lo educativo resulta fundamental.
La Escuela de Verano Eduinclusiva recoge los propósitos y sentidos sobre la educación identificados por el Ministerio de Educación en el Congreso Pedagógico y Curricular desarrollado durante los años 2023 y 2024, proceso que invitó a participar a comunidades educativas –y la ciudadanía en su conjunto– y cuyos resultados fueron dados a conocer durante este año. El proceso de elaboración de la actualización curricular sigue en curso, y esta Escuela puede ser un espacio para generar nuevos aportes a la conversación y el debate.
EJES TEMÁTICOS
1.-Formarse para convivir en sociedad y en biodiversidad
La educación es un proceso de formación humana, que abarca tanto aspectos de desarrollo personal como del aprender a convivir en comunidad. Sin embargo, parece cada vez más evidente que a esto se debe sumar también un proceso de aprendizaje y formación para vivir en equilibrio con la naturaleza, en un sentido de codependencia y sostenibilidad de lo vivo en un sentido amplio y que nos incluye. En este eje se espera reflexionar sobre cómo incentivar desde la Escuela un tipo de ciudadanía que pueda hacer viable no solo la convivencia entre humanos con sentido de justicia social, sino con toda forma de lo vivo, con un sentido de biodiversidad que permita la viabilidad de la preservación de todas las especies, humanos y no humanos.
2.-Reconocimiento de las diferencias y construcción de lo común
Un eje clave en la organización de una propuesta curricular es la selección de saberes y conocimientos. Toda selección implica también el reconocimiento de identidades y formas de vida que tienen valor para una comunidad nacional. Desde una perspectiva inclusiva del proceso educativo, se espera que esta selección represente una pluralidad de identidades, por lo tanto, cabe preguntarse por la amplitud y flexibilidad de un instrumento curricular para reconocer el valor de comunidades educativas que provienen de diversos contextos culturales, tradiciones e historicidades. Entonces, ¿cuánto de lo común y de lo diverso debe ser parte de un currículum nacional?
3.-Enseñar para un futuro imaginado, pero incierto
Este eje surge de la necesidad de repensar el rol del profesorado en nuestras políticas educacionales. Para esto, una posibilidad interesante es pensar e investigar, entre y con profesoras y profesores sobre los desafíos de los tiempos futuros, los marcos de actuación que definen las políticas educativas y la práctica misma de la enseñanza. Se propone entonces una aproximación dialógica de la investigación, recogiendo la tradición de la experimentalidad pedagógica. De este modo, este eje pretende reflexionar acerca de ¿cuáles son las cualidades y potencialidades de la investigación educacional y la experimentalidad pedagógica para atender a los desafíos presentes y futuros de la educación?, ¿cómo actualizar los sentidos de lo educativo desde la perspectiva de pedagogos y pedagogas?
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